La polémica provocada por la captación de señales de redes wifi privadas por parte de los coches de Street View sigue abierta en la red, aunque las autoridades de los diferentes países afectados parecen haber rebajado su nivel de presión y las consecuencias para Google se van suavizando.

El Comisionado de la Información británico, Christopher Graham, autoridad en este país en materia de protección de datos, ha reconocido, a través de un comunicado, que Google ha vulnerado la ley. A pesar de esta afirmación, las medidas tomadas al respecto no son todo lo contundentes que era de esperar.

El comisionado parece haber despachado el tema dictaminando que se auditarán las prácticas de Google en el Reino Unido. Además, propondrá a la empresa la firma de un documento por el que se compromete a que lo sucedido no vuelva a ocurrir. En la nota se anuncia que la compañía no será multada por lo sucedido, pero que deberá proceder a la destrucción de los datos captados.

¿Qué sucede en otros países?

En Estados Unidos, las autoridades federales tampoco han tomado ninguna medida contra Google, a pesar de seguir vivos algunos procesos de investigación judicial.

En Italia, el gobierno ha exigido a la compañía que para que sus vehículos puedan circular por las calles deberán ir perfectamente identificados. Al mismo tiempo, ha solicitado que la compañía publique con anterioridad las rutas previstas, para que los ciudadanos estén sobre aviso.

Francia y España, entre otros países europeos, tienen abiertas investigaciones desde sus respectivas oficinas de protección de datos y hay una serie de demandas en los tribunales.

En Alemania, donde su gobierno denunció por primera vez el hecho, Street View ha empezado a publicar algunos de los recorridos grabados por sus coches. En este país, los ciudadanos tienen el derecho de reclamar preventivamente, no a posteriori, que sus edificios sean difuminados en las imágenes de Street View. Un 3% de los alemanes ya se ha acogido a esta medida.