En este blog de Conversia hemos hablado en diversas ocasiones de los peligros relacionados con el reconocimiento facial, al tratarse de un dato biométrico cualificado como sensible y especialmente protegido. Por este motivo, la Unión Europea se está planteando la posibilidad de prohibir el uso del reconocimiento facial en lugares públicos por un periodo de tres a cinco años con el objetivo que, durante este tiempo, se encuentren soluciones para disminuir sus riesgos en relación a la privacidad de los ciudadanos.

Así lo manifiesta la Comisión Europea en el borrador del Libro Blanco sobre Inteligencia Artificial que está preparando y al que ha tenido acceso los portales Politico y Euractiv. Según el borrador, «como cualquier nueva tecnología, el uso de la inteligencia artificial trae tanto nuevas oportunidades como nuevos riesgos». Por este motivo su objetivo es ofrecer una «perspectiva europea» que «promueva el desarrollo y la adopción de la inteligencia artificial en toda Europa, mientras se asegura que la tecnología se desarrolla y se usa de una forma que respecte los valores y principios europeos».

Nueva normativa más estricta

Además, el organismo comunitario reflexiona sobre la necesidad de introducir una nueva normativa más estricta para reforzar las regulaciones ya existentes que protegen la privacidad y los datos personales de los ciudadanos europeos. Actualmente, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece que los ciudadanos deben otorgar su consentimiento explícito para utilizar reconocimiento facial, así como ser informados de los procedimientos y usos que se le van a dar a sus datos, de manera que puedan tomar decisiones sobre ellos.

El documento establece que se podrían hacer excepciones a esta prohibición para aquellos proyectos de seguridad, investigaciones y desarrollo.

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