Durante unos meses, en España fue obligatorio que todos los trabajadores registraran su horario de entrada y salida en su puesto de trabajo. Sin embargo, atrás quedaron los días en los que Pedro Picapiedra fichaba con una tarjeta de piedra y un dinosaurio se la agujereaba… Actualmente, hay un sinfín de posibilidades y sistemas para registrar el horario laboral: desde las formas manuales y tradicionales, hasta la utilización de sistemas biométricos como la huella dactilar o el reconocimiento del iris, pasando por aplicaciones móviles o sistemas RFID instalados en tarjetas o joyas.

Pero la empresa belga NewFusion ha ido más allá. Los responsables han ofrecido la posibilidad a los empleados de implantarse un microchip de identificación bajo la piel, de manera que llevan la tecnología incrustada en su cuerpo para fichar. El pasado mes de diciembre, ocho de los trabajadores de esta empresa dedicada al marketing digital decidieron implantárselo voluntariamente. El resto de empleados siguen utilizando una tarjeta, un anillo o una pulsera que consta con la misma tecnología.

¿Cómo funciona el microchip insertado bajo la piel? ¿Qué tecnología usa? ¿Cuánto vale?

Este dispositivo es parecido al que se utiliza para la identificación de mascotas. El microchip que se inserta bajo la piel consiste en una funda de cristal del tamaño de un grano de arroz, la cual alberga un chip con tecnología RFID junto a una memoria de 868 bytes. En este caso, la tecnología RFID que utiliza el microchip es pasiva, es decir, no tiene una fuente de alimentación interna y, por lo tanto, no se comunica por sí solo, sino que debe ser activado externamente por un lector RFID. El microchip no contiene datos del usuario y tampoco emite señales que permitan localizar a la persona que lo lleva instalado, sino que su funcionamiento es similar a las tarjetas personales que se utilizan desde hace años en multitud de empresas, por lo tanto, salvaguardan la privacidad del usuario.

Referente al precio, el valor de un microchip de estas características oscila entre los 20 céntimos de euro, la unidad cuando este proviene de China, hasta los 100 euros por uno que haya sido fabricado en Estados Unidos y que incluya un set de instalación esterilizado. Esta última opción es la que escogieron en NewFusion.

¿Cómo se implanta el microchip? ¿Es perjudicial para la salud?

En el caso de las personas, el microchip de identificación se implanta en la mano, concretamente entre el dedo índice y el pulgar. Gracias al tipo de cristal biocompatible con el que es fabricado, este elemento no provoca el rechazo en el organismo humano.

El microchip lo implanta un tatuador con una jeringuilla de un tamaño similar a la utilizada para las donaciones de sangre. Según comentan los usuarios, el dolor es perceptible, ya que se nota un pinchazo, pero posteriormente este dolor desaparece. Sin embargo, se han detectado algunos casos en los que a las personas que lo llevan implantado les queda una pequeña marca en la piel, de modo que se puede distinguir una pequeña protuberancia en el lugar donde se ha colocado el microchip.

Críticas al microchip por vulnerar la privacidad

Esta compañía ha sido la pionera en promover la implantación de microchips entre sus empleados y, como era de esperar, este hecho ha suscitado muchas reacciones. Varios sectores de la sociedad han criticado a la empresa por adoptar este sistema, ya que lo vinculan a una pérdida de libertad y de privacidad, en un contexto en el que cada vez más compañías y gobiernos adquieren el poder de controlar a los ciudadanos.

Sin embargo, desde NewFusion no lo ven de la misma manera. En este sentido, el socio director de la empresa, Tim Pauwels, declaraba hace unos días que “No somos Gran Hermano y no podemos rastrear a nuestros empleados con el chip. Es solo una manera más fácil de abrir puertas o acceder a tu ordenador y la instalación del chip es completamente voluntaria”. Asimismo, el fundador de NewFusion, Vincent Nys, aclaraba que con este aplicativo “no puedes rastrear a nadie porque no tiene GPS ni otro sistema de geolocalización”. Además, añadía que es “ingenuo pensar que nuestra localización y nuestra privacidad son seguros. Si caminas por Londres, te pueden rastrear todo el tiempo a través de las cámaras de seguridad. Lo mismo pasa con el teléfono…”

Usos eficaces de los chips implantados bajo la piel

A pesar de que en el caso de NewFusion estos microchips solamente se utilizan para abrir puertas, registrar horarios de entrada y salida y obtener acceso a ordenadores, los investigadores ya están estudiando otros usos potenciales como la posibilidad de sustituir pasaportes, tarjetas bancarias y abonos de transporte.

Sin embargo, las aplicaciones más interesantes llegarían de la mano de la medicina. Un posible uso revolucionario sería que estos chips incluyeran el historial médico de una persona para que, en caso de accidente y de pérdida de consciencia, los equipos de emergencia pudieran saber, solamente utilizando un lector RFID, el grupo sanguíneo del paciente o si padece alergia a algún medicamento, entre otros. Asimismo, también se ve de gran utilidad la implantación de chips que pudieran medir parámetros médicos en tiempo real, como por ejemplo la presión arterial para personas con problemas cardiovasculares, o el azúcar en la sangre para los diabéticos.