A pesar de que las medidas de seguridad para las comunicaciones han ido mejorando en los últimos meses, la gran mayoría de aplicaciones de mensajería instantánea continúa sin cumplir con la normativa de protección de datos.

El abogado especialista en derecho digital, Eduard Blasi, explicaba hace unas semanas que muchas aplicaciones de mensajería instantánea incumplen la ley de protección de datos ya que no informan adecuadamente, no incorporan las medidas de seguridad que exigen la normativa actual y no recaban correctamente el consentimiento para los tratamientos o cesiones de datos a otras empresas.

Seguridad, privacidad y protección de datos en tus conversaciones por Apps

El experto destaca que, a priori, seguridad y privacidad no son sinónimos, y para que se satisfagan ambas cualidades es necesario que se cumpla el derecho a la intimidad y a la protección de datos. Los usuarios ignoran qué hacen las empresas prestadoras del servicio exactamente con los datos, cómo se gestiona la información que se transmite a través de los mensajes en las aplicaciones, quién hay detrás y si las compañías pueden garantizar la inaccesibilidad y la inalterabilidad de la información transmitida por parte de hackers o terceros. Esto puede ser especialmente preocupante, sobre todo cuando se mantienen conversaciones con información sensible o confidencial, por ejemplo, entre un abogado y un cliente o entre un médico y un paciente.

Mensajes alrededor del mundo

Casi todas las Apps hacen gala de contar con cifrado, muchas incorporan el archiconocido “end to end”, pero este tipo de mecanismo tan solo representa uno de los aspectos regulados por la normativa de protección de datos y, según Blasi, es insuficiente en el entorno social y corporativo. Además, el mecanismo de cifrado tampoco garantiza el objetivo final de la ley, ya que, por sí solo, no asegura la privacidad del usuario. Otro aspecto a destacar es que algunos servicios de mensajería instantánea están alojados en otros países, como Estados Unidos, donde las leyes de protección de datos son distintas a las vigentes en Europa, estas últimas mucho más restrictivas.

Precio que se paga por las aplicaciones “gratuitas”

La mayoría de aplicaciones de mensajería instantánea son gratuitas y esto también es un problema para la protección de datos. Muchas veces, el usuario se ciega con el hecho que una aplicación no tiene coste para instalarla y probarla, sin pensarlo demasiado. Pero, en realidad, a pesar de no tener un coste económico, se tiene que contemplar la idea de que sí que existe un coste, el que se paga al aceptar las condiciones de la aplicación, permitiéndole recopilar datos personales y metadatos que, con toda seguridad, serán usados posteriormente con fines comerciales.